¿DÓNDE CHIN.. TE HAS METIDO ARREMEDO DE COLUMNISTA?
HE DE ADVERTIRLES
A MIS LECTORES QUE LA LECTURA QUE ESTA ENTRE PARENTESIS NADA TIENE QUE VER CON
EL TEMA QUE TODOS ACOSTUMBRAMOS TRATAR EN ESTE BLOG. RECOMIENDO BRINCARLO.
(He de pedir una
muy sentida disculpa a mis tres restantes lectores puesto que mi padre, ha
decidido leer esta semana la Nueva Reforma a la Ley de Educación en vez de este
blog. La razón por la cual no he sido puntual en mi columna de esta semana han
sido muy retoricas y estúpidas.. Y por respeto a ustedes platicare antes que
nada la razón de mi retardo desconsiderado. Resulta que el recibo de
CFE, ha llegado este trimestre por encima de mis
posibilidades económicas no esta demas decir que este escritor de
pacotilla a su más leal servicio solo vive de los aplausos literarios y
mentadas de madre a las que ustedes muy atinadamente me han hecho merecedor, así
es que tuve que prescindir del servicio de telefonía e internet (y por 170
pesos mas televisión por alambre), así es que el día que tuve luz, me di cuenta
que no tenia internet, servicio vital para hacer llegar a ustedes
estas letrillas. Resulta pues que el inocente (pendejo) de yo empeñe la
computadora para pagar el servicio ya mencionado. Creo que mejor ahí dejo
la explicación.
-Mejor dedícate a
escribir tu columna con el ya conocido sabor y saber que te caracterizan sobre
el equipo de tus amores, bloguero ingenuo-)
Hace algunos días
mi hijo, de apenas 4 años me pidió que arreglara las llantitas traseras de su
bicicleta puesto que una de ellas no sujetaba bien. Yo como buen padre y mejor
reparador, asistí a la acción que mi pequeño demandaba. Al cabo de cuatro o
cinco minutos, me di cuenta de que arreglar las llantitas de la bicicleta era
un pedo, así que se me ocurrió enseñar a mi hijo a andar en bicicleta en solo
dos ruedas y usando solo su equilibrio. –Hijo, andar sin rueditas es más fácil de
lo que parece, es mas es más fácil que andar con las rueditas- la confianza que
hay entre yo y mi pequeño es suficiente para que el me creyera, así que habiéndose
subido al vehículo sin motor, lo empuje a ver qué pasaba, y mi sorpresa fue tal
cuando vi a mi hijo alejarse sin ayuda de nada y sin rueditas.
-orgulloso padre, a nosotros tus aburridos lectores que chingados
nos importa eso-, podrán ustedes decir.
La verdad de las cosas es que el Atlante es como mi pequeño, es
necesario que la directiva se equivoque para que sus jugadores se den cuenta de
que pueden andar sin rueditas, es importante que cada jugador que vista la
playera del Atlante, sepa y tenga fe en una única y simple realidad: Nuestra
playera azulgrana tiene poderes, que solo funcionan cuando la humildad y el corazón
de un jugador se conecta con los huevos.
El partido contra Puebla, fue un ejemplo claro de que nuestros
jugadores pudieron haber dado mucho mas durante el torneo, simple y
sencillamente nadie les dio la confianza que se merecían, porque la banca no da
confianza, y cuando vez a un jugador malo, malísimo o lo que le sigue dentro
del campo y tu estas sentado, el mensaje es que Tu eres peor que él. (Larrivey
no te sientas aludido).
Lo importante es que esta semana la familia azulgrana andará
feliz, porque el descenso cada vez más se aleja. ¿Qué ganamos de milagro? Si es
verdad. Pero ese milagro lo hicimos toda la afición azulgrana, unidos en un
mismo deseo, notros los aficionados que observamos el partido, con toda la
fuerza de nuestra mente movimos contra las leyes de la física el poste
salvador, llevamos el balón hacia el cuerpo de Paredes, y movimos al unisonó de
nuestra alma las manos de Villalpando. Héroes, si. De milagro también.
Pero dígame usted amigo Potro, ¿no deseábamos estos milagros todo
el torneo? Llegaron tarde, porque a Daniel
Guzmán le falto fe. Pero al fin están llegando.
Ahora que algunos jugadores tiene en claro sus expectativas,
tenemos una gran esperanza de que el siguiente torneo este mejor planificado, y
que las contrataciones sean efectivas, aunque no de renombre, y sobre todo que
la gente de cantera trabaje al máximo para
sacar al Atlante lo más rápido posible del infierno del descenso, lo demás viene
por añadidura.
El chiste es ganar. Ahorita el show no es tan importante. Lo
importante es aprender de lo malo y recordar lo bueno, pero siempre, trabajar
preparando el futuro ¡he dicho.
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